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En Recetas Nestlé® exploramos cómo cocinar el mejor arroz
Aunque las instrucciones para hacer arroz suelen ser muy claras y, además, parecer bastante sencillas, con mucha frecuencia terminamos con una textura demasiado pegajosa y húmeda.
También puede que el arroz se quede pegado a la olla y sea todo un desafío limpiarla después. Cuando pasa esto, lo más normal es que, además, termine quemándose.
RECOMENDACIONES PARA HACER ARROZ
Las razones detrás de estos molestos casos pueden variar. Por eso, en Recetas Nestlé® queremos compartir 11 consejos para hacer un arroz excepcional, con la textura perfecta y un sabor maravilloso que puede acompañar carnes, ensaladas y sopas.
1. ELEGIR UNA OLLA ADECUADA
Sabemos que muchas veces culpamos a nuestros utensilios cuando alguna receta no sale como esperábamos, sin embargo, en el caso del arroz no estamos evadiendo la responsabilidad.
No son pocas las ocasiones en las que podemos seguir el paso a paso al pie de la letra, asegurándonos de usar las cantidades precisas y fijándonos en el tiempo correcto, pero al final tenemos un resultado distinto a lo que queríamos.
Teniendo en cuenta que una de las situaciones más comunes es que el arroz termine pegado a la olla, vale la pena usar las que tenemos en buen estado, ojalá sin rayones en su teflón para asegurar una cocción libre de granos quemados.
2. ¿TENEMOS QUE LAVAR EL ARROZ?
Al igual que sucede con muchos de los alimentos que compramos en las tiendas o supermercados, lo mejor es lavarlos o enjuagarlos con abundante agua. De esta forma limpiamos los rastros de tierra o, incluso, microorganismos que pueden ser perjudiciales. Sin embargo, con el arroz es importante tener en cuenta algunas cosas.
- Es mejor dejarlo secar: la medida son 2 tazas de agua por 1 taza de arroz. Si lo lavamos y no dejamos que se seque bien, vamos a tener una cantidad extra de agua que puede afectar el resultado. Si preferimos limpiarlo, el consejo es que esté bien seco antes de prepararlo, así sus granos van a estar sueltos.
3. DEBEMOS FIJARNOS EN EL TIPO DE ARROZ
Las distintas clases de arroz tienen diferentes tiempos de cocción, así como cambios en sus texturas durante la preparación.
- Arroz blanco de grano largo: este es el tipo de arroz en el que nos estamos enfocando, con el que tenemos un resultado más seco.
- Arroz blanco de grano corto: pensemos en platos como el risotto. Acá hallamos un arroz pegajoso y meloso, que ayuda a enrollar, por ejemplo, el sushi.
- Arroz integral: su gran diferencia es que conserva una capa que se llama el salvado, por eso en lugar de las 2 tazas de agua por la de arroz, es muy normal que se usen hasta 3 tazas y que tenga un tiempo de cocción más largo.
4. OJO CON LOS TIEMPOS
Es importante fijarse muy bien en los minutos que transcurren para evitar que nuestro arroz se pase y se queme, o, por el contrario, lo apaguemos demasiado pronto y terminemos con los granos húmedos. Incluso, que todavía estén crudos.
Por eso, muchas veces no es fácil hacer arroz. Si nos pasamos algunos minutos o si lo apagamos antes, es posible que no salga como lo esperábamos. Lo mejor es llevar el tiempo con un reloj y, adicionalmente, estar pendientes de nuestra olla.
5. CUIDADO CON LA TEMPERATURA
Hay un paso clave al cocinar arroz y es cuando tenemos que bajar el fuego una vez el agua se ha evaporado y absorbido. Si dejamos toda la cocción a una temperatura muy alta, la textura no va a ser la que queremos.
Recordemos que este es el proceso que debemos seguir:
- Al poner a calentar el agua y al momento de añadir el arroz debemos usar un fuego alto.
- Cuando notamos que la olla se está secando, bajamos la temperatura a un fuego medio o medio-bajo hasta terminar la cocción.
6. LAS CANTIDADES SON FUNDAMENTALES
En realidad acá nos referimos específicamente a la relación de arroz y agua, puesto que la sal puede variar y no se usa en grandes cantidades. Es muy importante recordar que por 1 taza de arroz tenemos que usar 2 de agua, esto si hablamos de la variedad blanca y con grano largo.
7. EL ARROZ SE DEJA REPOSAR
Aunque no necesitamos muchísimo tiempo para preparar este alimento, es importante no saltarnos pasos por más prisa que tengamos, sobre todo al final cuando tenemos hambre y queremos comer.
Al notar que nuestro arroz está muy cerca de estar en su punto, simplemente apagamos el fuego o tapamos la olla, dejándolo reposar por unos 5 minutos. De esta forma le damos el tiempo suficiente para que termine de cocinarse, con los granos separados y una textura ideal.
8. CUIDADO CON LAS ESTUFAS ELÉCTRICAS
Este punto está totalmente relacionado con el anterior. Cuando cocinamos con gas y apagamos el fuego, la temperatura baja inmediatamente. Por su parte, si usamos electricidad la resistencia se mantiene caliente por un tiempo.
Al apagar la estufa eléctrica y dejar reposando el arroz, una buena idea es mover la olla a otra hornilla no esté caliente.
9. ¿TAPAR O NO TAPAR LA OLLA?
Cuando hacemos arroz es importante saber que sí hace falta tapar la olla, pero la clave está en identificar cuándo hacerlo.
Al comienzo, mientras hervimos el agua, no es necesario. Cuando añadimos el arroz, tampoco, pero acá tenemos que estar listos. Una vez notamos que el agua se redujo y bajamos la temperatura, ese el momento de tapar la olla. La dejamos así hasta que terminemos.
10. NO HACE FALTA REVOLVER DEMASIADO
Este es uno de los errores más comunes y, normalmente, sucede porque queremos evitar a toda costa que se nos pegue el arroz a la olla. Por esto es importante usar utensilios de buena calidad que nos ayudan a que no sucedan estos inconvenientes.
El problema de revolver el arroz constantemente es que empezamos a manipular su textura y su forma de absorber el agua. Simplemente hay que hacerlo un poco y cuando lo agregamos a nuestra olla, así prevenimos que se pegue a la base.
11. SOFREÍR EL ARROZ ANTES DE COCINARLO EN AGUA
Este es un pequeño truco totalmente opcional, pero con el que podemos jugar para manipular tanto la textura como el sabor de los granos de arroz. Con un ligero toque de aceite simplemente lo dejamos por unos minutos en una sartén y luego lo llevamos al agua.
El resultado, al final, cuando ya lo preparamos en agua, son unos granos más secos y un poco más duros, más firmes. En últimas es una cuestión de gustos, pero siempre vale la pena probar distintos métodos para encontrar el que más nos gusta.
RECETAS DE ARROCES:
ARROCES PARA JUGAR CON EL COLOR Y EL SABOR
Una de las grandes ventajas que tiene este alimento es que nos da una libertad gigantesca cuando queremos darle un sabor o un color diferente. De esta forma podemos decorar platos y crear contrastes en nuestro paladar.
Estas son algunas ideas para darle un giro a los arroces:
- Arroz a la mexicana: suele tener un color rojizo porque una parte del agua, alrededor de 1 taza, es remplazada por una mezcla de jitomates y/o zanahorias con cebolla y ajo que se puede preparar en la licuadora. Además de dejar de ser blanco, también queda con un sabor espectacular.
- Arroz frito: hay quienes fríen por pocos minutos el arroz en aceite y junto a algunas especias o verduras antes de llevarlo al agua. Esto le da una textura un poco más dura, pero que es muy agradable. Un ejemplo es nuestro arroz frito con camarones, que se prepara usando Salsa de Soya MAGGI® y Sazonador MAGGI® JUGOSO AL SARTÉN® con Ajo y Cebolla.
- Arroz carreteiro: llegamos a Brasil y exploramos un plato que nació para aprovechar las sobras de comida, en especial de carnes. Se cocinan en una especie de guiso con verduras como jitomates, cebollas, ajo y pimiento, que luego se mezcla con el arroz. Acá hay dos opciones: la primera es cocinar el arroz en este guiso, mientras que la segundo es hacerlo aparte y al final revolver todo.
- Arroz verde: ya hablamos de un ejemplo rojo con la versión mexicana, pero hay más colores para seguir pintando. En este caso usamos una mezcla con una hierba aromática, como el perejil o el cilantro, junto a una verdura de hojas verdes, puede ser la espinaca o las acelgas, que licuamos en agua y luego aprovechamos para cocinar.
- Arroz con coco: todo un clásico en el Caribe y un acompañante perfecto para un delicioso pescado. La gran diferencia es que remplazamos el agua por leche de coco, el resto del proceso y las cantidades son las mismas. El resultado es un arroz un poco más oscuro, con toques de marrón, y un ligero sabor dulce que es fabuloso.
CÓMO CONSERVAR EL ARROZ
Además de las posibilidades de personalización que tenemos con este alimento, otra de las grandes ventajas de cocinarlo es que es muy fácil de conservar por unos cuantos días, por lo que podemos usarlo con distintas comidas durante la semana. Estos son algunos consejos para hacerlo correctamente.
- Dejarlo enfriar: es muy importante que no lo llevemos al refrigerador mientras sigue caliente o apenas lo terminamos de cocinar. Primero dejamos que se enfríe y luego lo guardamos.
- Un recipiente hermético: lo mejor es usar un recipiente de este estilo que evite que entre el aire, lo cual puede generar microorganismos u hongos que echen a perder nuestro arroz.
Con estas recomendaciones podemos preparar muchísimos arroces con ingredientes y sabores de distintos orígenes. ¡Vamos a explorar Recetas Nestlé® para conocer las mejores preparaciones!
Fuentes:
https://www.recetasderechupete.com/5-errores-que-cometes-al-cocinar-arroz/21774/
https://www.comedera.com/como-hacer-arroz-blanco-perfecto/
https://www.miarevista.es/salud/fotos/los-errores-que-cometemos-al-cocinar-arroz
https://www.cocina-brasilena.com/recetas/plato-principal/arroz-de-carreteiro
https://www.guiadelacocina.com/recetas/arroces/arroz-de-carreteiro.html
https://www.comedera.com/arroz-con-coco-no-dulce/
https://www.cocinadelirante.com/tips/trucos-para-conservar-el-arroz-cocido
https://www.pequerecetas.com/receta/como-hacer-arroz-blanco/