Aprende a mantener tus alimentos frescos y seguros evitando la formación de moho en la cocina.
En el mundo culinario, la frescura y la calidad de los ingredientes son fundamentales para lograr platos exquisitos y nutritivos. Sin embargo, en nuestra tarea diaria de alimentarnos y mejorar nuestro repertorio culinario, hay un enemigo silencio acecha en nuestras cocinas: el moho. Este hongo microscópico puede aparecer en diversos alimentos, alterando su sabor, textura, y lo más importante, poniendo en riesgo nuestra salud.
En Recetas Nestlé® sabemos lo desalentador que es descubrir que los ingredientes que planeabas usar están arruinados por la presencia de moho. Para evitar esta situación, sigue leyendo y descubre cómo proteger tu despensa y refrigerador de este indeseado intruso. Asegura la calidad y seguridad de los alimentos que lleves a casa y evita el desperdicio de comida.
¿QUÉ ES EL MOHO?
El moho es una agrupación de hongos imperceptibles a simple vista que se desarrollan en ambiente húmedos y cálidos, alimentándose de materia orgánica y provocando su descomposición. Se caracteriza por su aspecto aterciopelado y su coloración que pueden variar entre verde, negro, blanco o gris. Generalmente, lo asociamos con alimentos en mal estado, ya que cuando tienen esta apariencia es cuando el alimento ya está completamente invadido y colonizado por los hongos.
El moho se reproduce mediante esporas, que se encuentran prácticamente en todas partes: en el aire, el agua, los utensilios de cocina y elementos de limpieza, facilitando su transporte de un alimento a otro si se dan las condiciones adecuadas para su crecimiento. Suele aparecer en lugares húmedos y con poca luz, y las altas temperaturas favorecen su crecimiento. Sin embargo, el frío no impide su desarrollo, por lo que incluso en el refrigerador pueden proliferar. Por esta razón, aunque tomes las medidas necesarias, a veces encuentras las fresas y otras frutas cubiertas de una pelusa blanca.
¿POR QUÉ SE FORMA EL MOHO EN LOS ALIMENTOS?
El moho puede aparecer en cualquier parte, pero cuando aparece en los alimentos es algo verdadera molesto. Para entender por qué se forma, debemos considerar varios factores para tener en cuenta a futuro y evitar su formación en la cocina.
- Humedad: Es el principal factor que contribuye al crecimiento del moho. Mantener bajos niveles de humedad en el área de almacenamiento de alimentos es crucial para evitar la formación de moho.
Temperatura: El moho prospera en ambientes cálidos. Las temperaturas entre 20° y 30°C son ideales para su crecimiento. Sin embargo, las bajas temperaturas del refrigerador tampoco es un indicador de que no aparezcan ya que estas bajas temperaturas ralentizan el crecimiento de moho, pero no lo detienen por completo.
- Composición del alimento: Alimentos que contienen altos niveles de azúcares, proteínas y almidones, como pan, frutas y productos lácteos, son más susceptibles al moho. Estos nutrientes proporcionan la energía necesaria para el crecimiento de las esporas de moho. Por ejemplo, las frutas maduras contienen azúcares que son un excelente sustrato para el moho.
- Tiempo de almacenamiento: Cuanto más tiempo se almacena un alimento, mayor es la probabilidad de que se forme moho. Incluso con las mejores condiciones de almacenamiento, el tiempo juega un papel crucial. Los alimentos frescos como frutas y verduras tienen una vida útil limitada y son más propensos al moho si se almacenan durante períodos prolongados.
CONOCE LOS ALIMENTOS MÁS PROPENSOS A LA FORMACIÓN DE MOHO
En ocasiones, te preguntarás por qué algunos alimentos se llenan de moho mientras otros permanecen intactos. Aquí te explicaremos por qué el moho no discrimina a la hora de elegir su hogar. Puede aparecer en una gran variedad de alimentos, pero algunos son más susceptibles que otros debido a sus características.
- Pan: El pan, especialmente el integral y el artesanal son uno de los alimentos más comunes en los que aparece moho. La razón principal es su alto contenido de humedad y almidón, que proporcionan un ambiente perfecto para el crecimiento.
- Tortilla de maíz: Las tortillas de maíz cuando no se almacenan adecuadamente, son susceptibles al moho debido a su contenido de humedad y almidón. Si se mantienen en un ambiente cálido y húmedo, o se almacenan en bolsas de plástico sin ventilación, es común que desarrollen moho rápidamente.
- Quesos blandos: Entre los diferentes tipos de quesos, el queso crema, ricota y la feta, son especialmente vulnerables al moho debido a su alto contenido de humedad.
Frutas y verduras frescas: Las frutas y verduras, en particular aquellas con una piel fina y alta humedad internas son propenso al moho debido a su alto contenido de agua como las fresas, uvas y los cítricos, y verduras como las hortalizas de hoja verde, los tomates, papas y pepinos.
- Alimentos en conserva: Aunque los enlatados suelen tener una larga vida útil, una vez abiertos pueden ser susceptibles al moho si no se almacenan correctamente. Para evitar esto, transfiere el contenido no utilizado a un recipiente hermético y refrigéralo inmediatamente.
Recetas recomendadas
- Frutos secos y semillas: Muchos considerarías que al ser productos secos son inmunes a los hongos, pero lo cierto es que pueden desarrollarlos si se almacenan en condiciones de alta humedad, especialmente las nueces, almendras y el cacahuate si están sin tostar.
- Carnes y pescados curados: Los embutidos, el jamón y otros productos cárnicos curados pueden desarrollar moho si no se almacenan adecuadamente.
- Lácteos: Los productos lácteos como la leche, el yogurt y las cremas también son vulnerables al moho debido a su alto contenido de humedad. Para evitar almacénalos en el refrigerador y verifica constantemente las fechas de caducidad para consumirlos a tiempo.
- Comida preparada: Si de tu almuerzo o cena te sobró un poco y quieres guardarlo para consumirlo más adelante, debes tener en cuenta que las sobras de comida pueden ser un caldo de cultivo para el moho si no se enfría y almacena adecuadamente.
- Salsas y mermeladas: Otros productos como salsas de tomate, mayonesa, mermeladas y jaleas, son productos que pueden crear un ambiente favorable para el crecimiento del modo si no se refrigeran adecuadamente.
¿QUÉ HACER AL ENCONTRAR MOHO EN ALIMENTOS?
Encontrar moho en los alimentos puede ser una experiencia desagradable, pero es una situación común que genera dudas sobre si basta con cortar la parte contaminada o se desecha por completo el alimento, es importante saber cómo manejar esta situación de manera segura. A continuación, te contamos qué hacer en este caso.
- Desechar por completo el alimento: No se recomienda consumir alimentos que presente hongos. En alimentos húmedos como los quesos blandos, yogurt, mermeladas, encurtidos y el pan, la extensión del moho es menos obvia y difícil de eliminar con seguridad, ya que vemos la colonia en la parte superior, pero también puede penetrar en los alimentos, por lo que se recomienda desechar el alimento por completo por seguridad.
Recuerda que la refrigeración es un proceso térmico esencial para evitar la formación de moho en tus alimentos. Mantener la temperatura adecuada en tu refrigerador, junto con prácticas de almacenamiento correctas y una higiene constante, son clave para mantener tus ingredientes frescos y seguros. La prevención del moho no solo preserva la calidad y el sabor de los alimentos, sino que también protege tu salud.
Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar de tus comidas sin preocupaciones y aprovechar al máximo tus ingredientes. Para más tips culinarios y preparaciones deliciosas que faciliten tu vida en la cocina, no dudes en visitar y registrarte en Recetas Nestlé®.
FUENTES:
https://www.traza.net/2022/04/12/como-evitar-el-moho-en-los-alimentos/
https://www.ciad.mx/alimentos-con-hongos-los-puedo-consumir/
https://www.nationalgeographic.es/ciencia/2023/11/moho-alimentos-que-hacer-como-evitarlo
https://csaconsultores.com/todo-lo-que-debes-saber-del-moho-en-los-alimentos/