En la cocina disponemos de diversos métodos para picar ajos. Recetas Nestlé® te muestra el paso a paso de la forma más sencilla, además de otras maneras y utensilios para realizar esta tarea y dar variedad a tus platos.
En cinco pasos fáciles y rápidos te contamos cómo picar ajos con el método tradicional. Además, puedes aprender a usar diferentes maneras de acuerdo con la receta, de modo que aproveches sus propiedades y saques el máximo provecho de este alimento.
¿Cómo picar ajos?
Sigue los pasos que te indicamos a continuación:
- Quita la cáscara del ajo aplastándolo con la hoja del cuchillo.
- Corta la parte superior.
- Ahora divide a la mitad y quita el germen.
- Recarga el cuchillo en el dedo índice y empieza a picar.
- Haz cortes delgados en forma de lámina.
Así como existen diversas formas de picar ajos, también hay para retirar la cáscara rápidamente. Encuentra aquí los detalles de cinco métodos distintos para pelar estos ingredientes.
RECETAS CON AJO
Otras maneras de picar o triturar ajos:
El corte tradicional en láminas no es el único que puedes emplear. Dependiendo del propósito del ajo, hay formas de picar y utensilios para facilitar esta labor. Estos son cinco métodos:
1. Cubos pequeños: también conocida como técnica brunoise, en este caso no es recomendable cortar las tiras tan delgadas de la misma manera que muestra el ejemplo anterior. Después de que hayas sacado las láminas, reúnelas y vuelve a picar para dar forma a las piezas.
Otra manera es hacer cortes horizontales sin llegar al otro extremo del ajo y luego verticales para así sacar los cubos.
2. Aplastar con el cuchillo: este método no solo sirve para retirar la cáscara sino como otra forma para procesar los ajos. Presiona estos ingredientes con la hoja y luego procede a picar finamente hasta que quede reducido a trozos muy pequeños.
3. Prensa de ajos: este utensilio es muy similar a un exprimidor manual de limones. Toma uno o varios dientes de ajos, colócalos en la caja y aplica presión en las pinzas. El resultado es una pasta perfecta para hacer salsas no solo por la textura, sino porque les da un toque más picoso a las preparaciones. No se recomienda cocinar demasiado el puré obtenido ni sofreír a temperatura alta, pues se podría dañar.
4. Mortero: el resultado también será un buen puré para salsas o vinagretas. Tomas varios ajos, los depositas en el recipiente y empiezas a triturar hasta que obtengas una pasta homogénea.
5. Tenedor: es otro objeto que nos puede facilitar esta tarea, además no tendremos la necesidad de tocar los ajos y, por lo tanto, el olor no quedará impregnado en las manos.
Una opción es pinchar el ajo y empezar a cortar por entre los dientes del tenedor. La otra es colocar la cabeza del cubierto sobre el alimento y con la mano libre presiona con fuerza para aplastarlo, luego puedes tajar o seguir haciendo este procedimiento para hacerlo puré.