Cuatro jarras con aceite de ajonjolí en un fondo blanco

Ingredientes

Aceite de ajonjolí: aroma y sabor único

Conoce el aceite de ajonjolí, un ingrediente que le da potencia a tus platos favoritos.

Lo puedes utilizar en ensaladas, sopas y carnes a tu gusto.

El mundo de la gastronomía nos regala joyas culinarias, y una de ellas es el aceite de ajonjolí. Este elixir dorado, extraído de las semillas de sésamo, no solo es un tesoro nutricional sino también un aliado perfecto para realzar los sabores en tus platos. Descubramos más sobre el ajonjolí y las maravillas que su aceite puede aportar a nuestros platos. 

¿QUÉ ES EL ACEITE DE AJONJOLÍ? 

El ajonjolí, también conocido como sésamo, es una planta cultivada por sus pequeñas semillas, que son la fuente de este delicioso aceite. Originario de África y Asia, el ajonjolí ha conquistado paladares en todo el mundo gracias a su sabor único y su versatilidad en la cocina. 

El proceso de extracción del aceite de ajonjolí es fascinante. Las semillas se tuestan primero para liberar sus aromas y aceites naturales. Luego, se prensan para obtener un líquido dorado con un sabor característico a frutos secos y una nota tostada.  

Este aceite destaca por su equilibrio entre lo delicado y lo intenso, lo que lo convierte en una elección excepcional para aderezos, marinadas y salteados.

Semillas de ajonjolí para preparar aceite

10 RECETAS CON ACEITE DE AJONJOLÍ 

  1. Ensalada de espinacas y sésamo: una mezcla fresca de espinacas, aguacate, tomate y semillas de ajonjolí, bañada con una vinagreta de aceite de ajonjolí, para una experiencia saludable y deliciosa. Esta ensalada no solo es nutritiva sino también vibrante en sabores, con la delicadeza del aceite realzando cada bocado. 
  2. Sopa de fideos: añade unas gotas de aceite de ajonjolí al final de la preparación para realzar el aroma y el sabor de una reconfortante sopa de fideos estilo asiático. La sutileza del aceite se mezcla perfectamente con el caldo, ya lo verás una vez lo intentes. 
  3. Pollo glaseado con ajonjolí: una combinación irresistible de pollo glaseado con una mezcla de salsa de soya, miel y aceite de ajonjolí. La riqueza del aceite complementa la jugosidad del pollo. 
  4. Salmón al horno con costra de ajonjolí: un filete de salmón cubierto con semillas de ajonjolí y horneado con aceite de ajonjolí, logrando una costra crujiente y llena de sabor. El salmón absorbe el aceite y lo conserva en su superficie tostada, lo que lo convierte en un plato memorable.  
  5. Arroz salteado con verduras: saltea arroz, brócoli, zanahorias y guisantes en aceite de ajonjolí para un acompañamiento delicioso. La presencia del aceite añade un toque tostado al arroz, enriqueciendo la experiencia y dándole otra textura a cada bocado. 
  6. Tofu con sésamo: marina tofu en una mezcla de aceite de ajonjolí, salsa de soya y ajo, y luego ásalo para obtener un plato vegano lleno de sabor. El aceite agrega profundidad al sabor del tofu. 
  7. Aderezo de miel y ajonjolí: Mezcla aceite de ajonjolí con miel, salsa de soya y jengibre para crear un aderezo delicioso que le va bien a cualquier ensalada. Este aderezo aporta un equilibrio entre lo dulce y lo salado.

    Aderezo con aceite y semillas de ajonjolí en un mesón de color grisáceo.
  8. Espárragos al vapor con aliño de ajonjolí: cocina espárragos al vapor y rocíalos con una vinagreta de aceite de ajonjolí, ajo y limón para una guarnición simple y elegante. Si quieres, también le puedes añadir un poco de mantequilla para realzar ese toque salado del acompañamiento. 
  9. Pan plano con ajonjolí: prepara una masa para pan plano y pincélala con aceite de ajonjolí antes de hornear. Este toque de aceite agrega un sabor distintivo y un brillo apetitoso a tu pan casero. 
  10. Helado de sésamo: crea una deliciosa base para helado con leche de sésamo, azúcar y aceite de ajonjolí. Esta opción combina lo cremoso del helado con el rico sabor del aceite, resultando en un postre único y exquisito. 

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Consejos para conservar el aceite de ajonjolí 

El aceite de ajonjolí merece ser tratado con el cuidado que le permita conservar todas sus propiedades. Aquí te compartimos consejos prácticos sobre cómo almacenar y preservarlo para que puedas disfrutar de su calidad en cada plato. 

Cuando se trata de conservar el aceite de ajonjolí, ten en cuenta lo siguiente: 

  • Almacenamiento en un lugar fresco y oscuro: guarda tu aceite de ajonjolí en un lugar fresco y oscuro para protegerlo de la luz y el calor, lo cual puede afectar su sabor y calidad. Un armario oscuro o despensa es ideal para mantener su frescura. 
  • Utiliza un contenedor hermético: tras abrir la botella, transfiere el aceite a un recipiente hermético para reducir la exposición al oxígeno. Esto ayuda a prevenir la oxidación y a mantener su sabor distintivo. 
  • Evita la contaminación: usa utensilios limpios y secos al manipular el aceite de ajonjolí. La contaminación por agua o residuos de otros alimentos puede afectar negativamente su calidad.

    Aceite de ajonjolí tapado, listo para su conservación
  • Fecha de caducidad: verifica la fecha de caducidad en la etiqueta del envase y consume el aceite antes de este plazo para garantizar su frescura y potencia de sabor. 
  • Protege contra olores fuertes: guarda el aceite de ajonjolí lejos de alimentos con olores fuertes, ya que puede absorber aromas no deseados. Consérvalo en un lugar donde no se mezcle con otros sabores intensos. 
  • Refrigeración opcional: aunque el aceite de ajonjolí no requiere refrigeración, almacenarlo en el refrigerador puede prolongar su vida útil. Si optas por esta opción, asegúrate de que esté en un recipiente hermético y sácalo con anticipación para que recupere su fluidez a temperatura ambiente. 

Siguiendo estos simples consejos, podrás disfrutar de las bondades del aceite de ajonjolí en todas tus preparaciones.  

Recetas con aceite

OTROS ACEITES PARA COCINAR  

  • Aceite de oliva extra virgen: reconocido por su perfil de sabor frutado y su versatilidad en la cocina, el aceite de oliva extra virgen es ideal para aderezos, salteados y aliños. 
  • Aceite de coco: perfecto para cocinar a altas temperaturas, el aceite de coco agrega un sabor tropical a platos salados y dulces. 
  • Aceite de aguacate: rico en grasas saludables, el aceite de aguacate es ideal para aderezos y marinadas, aportando un sabor suave y cremoso. 
  • Aceite de canola: ligero y neutro, el aceite de canola es una elección versátil para freír y cocinar a altas temperaturas. 
  • Aceite de almendra: con un sabor suave y dulce, el aceite de almendra es excelente para platos horneados y postres. 

Explorar estos aceites ofrece una paleta de posibilidades en la cocina, permitiéndote experimentar con sabores diversos. ¿Estás listo para llevar tu cocina al siguiente nivel con el apasionante mundo del aceite de ajonjolí y sus compañeros en la despensa?  

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