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Mangastán: un fruto ideal para recetas dulces y refrescantes

Explora los usos más populares que puedes llegar a darle al mangastán; fácil, rápido y desde la comodidad de tu cocina.

Vie, 13/09/2024

El mangastán, conocido en Latinoamérica como la ‘Reina de las frutas’, es el aliado ideal para bebidas y postres por su alto dulzor.

El mangastán es un fruto exótico que marca su origen al sur oeste del continente asiático, en países como Malasia, Indonesia, Tailandia, Filipinas, Singapur y otros más. Su cáscara gruesa y de color púrpura oscuro recubre una pulpa blanca, tierna y jugosa que ofrece un sabor dulce y ligeramente ácido. Esta fruta tropical no solo es atractiva visualmente, sino que también deleita el paladar con su combinación única de frescura y dulzura.

En la cocina, el mangastán se presta para una gran variedad de usos creativos, puesto que su pulpa puede utilizarse en ensaladas de frutas, sorbetes, helados y una amplia gama de postres; su sabor delicado complementa otros ingredientes tropicales como el coco y el mango. Además, el mangastán puede ser incorporado en salsas, añadiendo una dimensión exótica a platos salados como pescados y mariscos.

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5 recetas de bebidas con mangastán

Aunque cuenta con una amplia versatilidad culinaria, el mangastán es comúnmente utilizado en bebidas espesas, como smoothies y malteadas, y ligeras, como jugos. Por su gama de sensaciones dulces y ácidas, este fruto es muy apetecido para preparaciones refrescantes como las que aquí te reseñamos:

Smoothie de mangastán y mango:
Un smoothie refrescante que combina la dulzura del mangastán con el sabor ácido y tropical del mango verde. Solo debes mezclar la pulpa de mangastán y mango fresco; agregar medio vaso yogur griego, un cuarto de vaso de jugo de naranja y medio puñado de hielo para obtener una bebida cremosa y deliciosa. Además, si eres amante del dulce, puedes finalizar esta receta con un toque de La Lechera® Nestlé.
Limonada de mangastán:
Esta es una versión exótica de la clásica limonada; dulce, levemente ácida y 100% refrescante. Mezcla jugo de limón fresco, pulpa de mangastán, azúcar y agua. Sirve con hielo y decora con rodajas de limón y hojas de menta para un toque extra de frescura.
Té helado de mangostino:
Para relajarse y refrescarse, nada como un té helado aromático con un toque tropical. Prepara con el té de Nature’s Heart® de tu preferencia, deja enfriar y mezcla con pulpa de mangostino y miel. Sirve con hielo y una rodaja de limón para disfrutar de una bebida distinta y revitalizante.
Malteada de mangostino:
Una malteada cremosa y refrescante que resalta el sabor único del mangastán sí es posible. Prepárala con una, o dos, bolas de helado de vainilla, leche y pulpa de mangastán; ponlo en una licuadora y, con buena potencia, licúa hasta obtener una consistencia suave y espumosa. Sirve en un vaso alto, decorado en su interior con leche condensada Carnation® Clavel®, y finaliza tu malteada un poco de crema batida y trozos de mangostino.
Batido de mangastán y plátano:
Un batido nutritivo y delicioso que combina la pulpa de mangastán con plátano, leche (puede ser de almendra o coco), y un toque de miel. Mezcla todos los ingredientes hasta obtener una consistencia suave y disfruta de esta bebida como un desayuno rápido o una merienda energizante.

Recetas con frutas

Postres y tortas, otros enfoques populares del mangastán

El dulzor, como anteriormente se mencionó, hace que este fruto sea un ingrediente muy apetecido, entre otras cosas, para tartas y postres de todo tipo, pues su sola presencia en la receta hace casi que innecesario el uso de azúcar o cualquier otro tipo de endulzantes. Acá te dejamos el top 3 de mejores postres con mangostino:

Cheesecake de mangostán: una base de galleta con un relleno cremoso de queso y pulpa de mangastán, decorado con una capa de mangastán fresco hace de esta preparación un postre ligero que logra contrastar texturas y sabores a la perfección; ideal para comer tras una rica cena o para ocasiones especiales, como cumpleaños, aniversarios y demás.
Gelatina de mangastán: un sobre de gelatina sin sabor, un vaso de licuado de mangastán y trozos de mangastán picado, todo en un mismo recipiente, y al refrigerador; esos son los pasos a tener en cuenta para preparar este refrescante postre que, si gustas, puedes acompañarlo con un baño de Nestlé® Media Crema, para más consistencia.
Parfait de mangastán: para los que buscan cuidar su línea sin dejar de comer sabroso, el parfait de mangostino es una gran opción para agregar a tu menú, bien sea como desayuno, medias nueves o postre. Vierte medio vaso de yogur griego junto con granola y trozos de mangastán, y deleita a tu paladar con las diversas texturas y sabores que te ofrece esta receta.
Pastel de mangostino: un cremoso puré de mangastán, combinado con leche, harina de trigo, polvo para hornear, huevos, mantequilla y extracto de vainilla, tras un par de horas horneándose, se convertirá en un perfecto panqué de mangastán. A esto, si así lo prefieres, súmale una cubierta de crema batida y trozos pulposos de mangostino sobre su superficie, pinceladas finales que harán de esta torta una exquisita obra que no querrás perderte.

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Otras frutas exóticas como el mangostino

Latinoamérica es una de las zonas en el planeta tierra con mayor riqueza en pisos térmicos, por lo que, aunque no sean originarios de acá, es sumamente fácil encontrar frutas exóticas de todo tipo en cada país, así como el mangastán. Por esto, acá te contamos con qué otros frutos puedes contar a la hora de comer o cocinar:

Pitahaya: su cascara se caracteriza por estar pintada de un vibrante amarillo, o rosado, y su pulpa de un intenso blanco rojizo con semillas negras; se consigue más fácilmente en países de Centroamérica y Suramérica, es jugosa y entre sus usos más comunes está el consumo fresco y en jugos.
Mamey: pulpa naranja, suave y dulce, como la de una papaya, y cascarón café y rugoso, como el de un coco, el mamey es un fruto caribeño que se consume en batidos, helados y postres.
Cupuazú: lo puedes encontrar en la región selvática del Amazonas, su cascara es semejante a la de un zapote y su pulpa, muy cremosa, como la de la guanábana; se utiliza para hacer dulces típicos de la zona.

Fuentes:

Preguntas frecuentes

El mangastán se cultiva en regiones tropicales, con un clima cálido y húmedo. Necesita temperaturas constantes entre 25 y 35 grados centígrados y una alta humedad para prosperar; la fruta se desarrolla mejor en suelos bien drenados y ricos en materia orgánica. Las áreas de cultivo típicas en Centroamérica incluyen zonas de baja altitud con abundante lluvia, como las regiones de Izabal en Guatemala y el Valle de Sula en Honduras.

El mangastán se consume principalmente fresco, cortando la cáscara para acceder a la pulpa blanca y jugosa en su interior. También se puede utilizar en jugos, postres y ensaladas. Para almacenarlo, es recomendable mantenerlo en un lugar fresco y seco, lejos de la luz directa del sol. Si se desea conservar por más tiempo, puede refrigerarse, pero debe consumirse en pocos días para disfrutar de su sabor y frescura óptimos.