El término helado hace referencia a un tipo de alimento frío muy popular que se presenta en gran cantidad de variedades. Todo el mundo, desde los niños hasta los más grandes, adoran sus sabores
El helado es un postre fabuloso cuando la temperatura y el sol están en su punto más alto, pues ayuda a refrescarnos y sentir esa sensación que, sobre todo en el verano, le gusta a todo el mundo.
En su forma más simple, el helado es un alimento congelado que, por lo general, se hace de productos lácteos, como leche o crema. Usualmente se endulza con azúcar, edulcorantes o miel, y se le añaden otros ingredientes, por ejemplo, frutos secos, frutas, chocolate, galletas, dulce de leche.
Hoy en día, el helado se puede comprar o hacer en casa, sólo se necesita leche, huevos, azúcar, algún tipo de grasa, frutas u otros ingredientes para darle sabor, tiempo, un congelador y un poco de dedicación para poder degustar un magnífico postre hecho por nosotros mismos.
El primer relato escrito sobre el helado es de hace más de 3.000 años y tiene su origen en Oriente. Al parecer, todo comenzó en China, muchos siglos antes nuestro calendario. En un inicio, se mezclaba la nieve de las montañas con miel y frutas.
Los Califas de Bagdad, ahí donde las “Mil y una noche” y Alí Babá entretenían al sultán, mezclaban la nieve con jugos de fruta, una preparación que llamaron “Sharbets”, que significa bebida y que hoy conocemos como sorbetes. Este relato nos acerca un poco a la trayectoria de los helados, ya que fue Marco Polo el que introdujo en Europa las fórmulas aprendidas en sus viajes.
Pero si nos enfocamos en las nieves en México, debemos remontarnos hasta la época prehispánica. Acá podemos encontrar diversas culturas como la teotihuacana (primeros en introducir este manjar), donde tenía una estrecha relación con el ámbito religioso, ya que en las ceremonias que realizaban para pedir a los dioses buen año de cosecha, el día del equinoccio, se preparaban un sinfín de platillos en los cuales había una especie de nieve hecha a base de agua, leche, mieles y frutos de la época, como capulín, mamey o cacao
Existen varios tipos de helados:
Cremosos o a base de agua, no hay nada mejor que un helado para combatir el calor. En Recetas Nestlé® tenemos alternativas de chocolate, sandía, jícama, frutos rojos o de mamey, entre muchos otros. Acá te explicamos y te dejamos unas ideas exquisitas: